Según Colin Singleton existen dos tipos de persona: los que dejan y los que son dejados. Él, sin duda, pertenece al segundo. Su última ex, Katherine XIX, no es una reina, sino la Katherine número diecinueve, que le ha roto el corazón. Para escapar de su mal de amores, y con el propósito de hallar un teorema que explique la maldición de las Katherines, Colin emprende junto a su amigo Hassan una aventura que le llevará a Gutshot, un pueblecito de Tennessee, y a la sospecha de que en la vida la inteligencia no siempre es la mejor compañera de viaje.
El teorema Katherine nos cuenta la historia de Colin, un niño que desde los dos años ha mostrado ser muy inteligente, aprendió varios idiomas y es bueno en todas las materias, excepto en las Katherines. Colin había salido con 19 chicas, todas llamadas Katherine y todas le dejaron a él. La historia transcurre a lo largo de un verano, en un road trip, es decir, viaje por carretera, sin rumbo fijo hasta que llega a un pueblo donde se quedará con su amigo Hassin un tiempo y dónde Colin se dará cuenta de muchas cosas.
Sinceramente, pocas cosas puedo decir de este libro sin hacer spoilers porque es el final donde te das cuenta, junto con Colin, de la "moraleja" de esta historia. Ha sido el final de este libro lo que más me ha gustado porque John Green, una vez más, me ha hecho reflexionar un poco sobre como vemos las cosas y de nuevo ha cambiado un poco mi percepción.
Colin es un personaje que me ha gustado mucho, me ha caído bastante bien y creo que para mí sería ese amigo inteligente que no me importaría que me hablase de lo que sea, porque sabe tanto que me sentaría a escucharle (tengo un pequeño crush con los chicos muy cultos).
Hassin también ha sido otro de los personajes que me ha caído bien pero de una manera totalmente distinta, el sería el amigo con el que te reirías continuamente, no te pararías a escucharle hablando de Historia o de Filosofía, por ejemplo.
John Green le ha dado un toque matemático al libro que me ha gustado muchísimo ya que me gustan bastante las matemáticas (sí, me gustan, no me matéis). Aunque le haya dado ese toque e incluya algunas fórmulas, puedes entender al completo esta historia porque realmente no es un gran peso en ella, sino un toque más de la inteligencia de Colin.
En conclusión, es un libro rápido, sencillo y entretenido a la hora de leerlo, con un toque matemático y cuyo final te hace reflexionar sobre la vida, como en cada libro de nuestro queridísimo John Green.
Aquí os dejo otras versiones de la portada:
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